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CLIMAS Y RELIEVES DE AMÉRICA

 
 
Debido a la enorme extensión de América, y a que va de polo a polo, se encuentran ejemplos de todos los climas de la Tierra. En América encontramos tres imperios biogeográficos, el Holoártico al norte, el Neotropical en la mayor parte del continente y el Antártico en la punta sur, y dos ecozonas la Neártica, que abarca América del Norte y la Neotropical que abarca América Central y América del Sur.
Climas
El clima del casquete polar se encuentra en Groenlandia y en las islas más septentrionales del norte de Canadá, por el norte, y en el Hielo Patagónico Norte y Hielo Patagónico Sur en el hemisferio sur. 
El clima de tundra se encuentra en zona norte de Canadá y Alaska (EE UU), en el norte y en la punta sur (Tierra del Fuego). Además de la costa de Groenladia.
El clima de los bosques boreales se encuentra en la mayor parte de Canadá y Alaska (EE UU). En el sur sólo parece, por analogía, en algunas islas de Chile.
El clima continental húmedo se encuentra noreste de Estados Unidos y sur de Canadá, y una zona muy estrecha en el noroeste de Estados Unidos y suroeste de Canadá. En América del Sur no aparece.
El clima seco de las latitudes medias se encuentra en el centro de América del Norte, a sotavento de las Rocosas. En América del Sur no aparece.
El clima marítimo de la costa oeste se encuentra en una estrecha franja de la costa oeste norteamericana, en el norte, y el Chile central en América del Sur. 
El clima mediterráneo se encuentra en el centro y sur de California (EE UU), y en la costa chilena en el entorno de Santiago.
El clima subtropical húmedo se encuentra en el sudeste de Estados Unidos, Uruguay y las zonas próximas de Brasil y Argentina, en América de Sur. 
El clima subtropical seco se encuentra en los desiertos del sur de Estados Unidos al este de las Rocosas, el norte de México, y en la Pampa y la Patagonia argentinas, y en el Gran Chaco. 
El clima tropical seco se encuentra en los desiertos interiores de México, la península de California y algunos valles interiores de las Rocosas en América del Norte, y algunas zonas de la costa del Pacífico en América del Sur, como Atacama, la costa peruana y de Ecuador.
El clima tropical seco y húmedo se encuentra en la península del Yucatán y el istmo de Tehuantepec en México, y en las regiones periféricas del Amazonas en América del Sur. 
El clima monzónico y de los vientos alisios en el litoral se encuentra en los márgenes orientales de América Central y en el norte de la gran cuenta amazónica (las Guayanas), y en el Caribe. 
El clima ecuatorial lluvioso se encuentra en la cuenca del Amazonas.
En América tienen gran importancia los climas de montaña debido a la gran cordillera que recorre el continente de norte a sur. Las montañas rocosas tienen llegan a tener un piso permanentemente nevado, que comienza a altitudes moderadas, ya que se sitúan bastante al norte. Aquí el efecto foehn se llama chinook. En los Andes el clima de montaña tiene aún mayor importancia, debido a su mayor altitud y extensión. Existe un piso permanentemente nevado incluso a la latitud del ecuador. Aquí el efecto foehn se llama zonda.
 

EL RELIEVE AMERICANO

Si bien las Américas en general presentan una gran diversidad de relieves, lo cierto es que tradicionalmente se los ordena o clasifica en 3 grandes zonas que  se extienden en el sentido de las costas oceánicas y  que en general presentan características similares.

Esas tres grandes zonas son: El FRENTE PACÌFICO, LITORAL ATLÀNTICO y la REGIÒN CENTRAL.

EL FRENTE PACÌFICO: se extiende, como su nombre lo indica, a lo largo de la costa pacífica de las Amèricas.

Esta franja presenta intensa actividad  tectónica (volcanes y terremotos) esto se debe a que los bordes de las placas Norteamericana y Sudamericana coinciden con los bordes de los continentes. Aquí las placas oceánicas (Nazca, Cocos y Pacìfica) realizan una subducción bajo las continentales (Sudamericana, Caribe y Norteamericana) de unos 9 metros por siglo, lo que ha generado varias formaciones montañosas. De sur a norte encontramos la Cordillera de los Andes, los Andes Centroamericanos, la Sierra Madre, las Rocosas y otras cadenas costeras norteamericanas.

El frente pacìfico americano, pertenece, igual que Japón, al Cinturón de Fuego del Pacìfico, lo que se evidencia no solo por su relieve, sino por la ocurrencia de volcanes y terremotos, que siempre significan una amenaza para las sociedades.

En la fachada pacífica predominan las altas montañas asociadas a estrechas llanuras costeras. Por tratarse de montañas relativamente jóvenes, que comenzaron su formaciòn hace unos 30 millones de años (en el Oligoceno, era terciaria), no se han expuesto durante tanto tiempo al desgaste producido por lluvias, hielo y otros agentes externos, por lo tanto presentan  grandes alturas, pendientes muy pronunciadas y sus cumbres agudas. Si bien para los tiempos y el ojo humanos sus cambios son imperceptibles, las montañas del pacìfico continúan en proceso de formación y los movimientos sísmicos son una de las pruebas más contundentes de ello.

EL LITORAL ATLÀNTICO: se extiende a lo largo de la costa atlántica de las Amèricas. Se caracteriza por presentar un relieve de macizos y mesetas con edades que varían entre los 2000 y los 500 millones de años, pero que en general pueden decirse MUY ANTIGUOS. Su vejez, ha determinado una larguísima exposición a agentes como el hielo, la lluvia, los vientos, etc. que han provocado un desgaste muy intenso, por lo que estos relieves presentan alturas menores, formas más redondeadas y pendientes más suaves que las montañas del Pacìfico. El litoral atlántico es una zona estable de la corteza terrestre por estar lejos de bordes de placas.

LA REGIÒN CENTRAL: se extiende entre las franjas pacífica y atlántica, marcada por la presencia de grandes llanuras, como la Amazónica o la llanura del Mississippi. Estos relieves se formaron por el hundimiento de bloques de la corteza y la posterior acumulación de sedimentos terciarios y cuaternarios, lo que hace que predominen las formas bajas, incluso las depresiones. Su propio origen determina en ellas una gran riqueza mineral, pero sus suelos y la presencia de cursos de agua largos y lentos favorecen principalmente el desarrollo de las actividades agrícolas y ganaderas.